Volveré Piscobamba, a caminar
por tus calles en la quietud de la noche.
Quizá una mañana de invierno cuando la
niebla se aleja en el alba o una noche de lluvia.
El palpitar de mi corazón estará contigo.
Atravesaré tus cumbres y ríos.
Retornaré para ver tu plaza cubierta
de flores, en una mañana de primavera.
Tus montañas y llanuras son mi cuna.
Muchos han venido por doradas promesas
más que un compromiso, regresaré
a verte más grande y hermosa aún.
Encontraré el agua para calmar mi sed y
comida para endulzar mi boca, me embriagaré
con tu chicha en un día de fiesta.
Nunca seré un forastero en tus tierras.
Amaré a tus cumbres inalcanzables.
Ante tus tormentas me cubrirás con tu calor.
Si mis palabras son vagas no busquéis
comprenderlas
El día que regrese con el viento
que sopla a mi favor, entraré despeinado
con un saco a la espalda y una
maleta en la mano.
Yo volveré, quizá por un momento,
Retornaré por un tiempo
a descansar en el viento.
Si al medio día me recuerdas nos
encontraremos y platicaremos juntos.
Viajaré como un trotamundo
buscando siempre tu ruta.
Andaré aún cuando los caminos duermen,
pero más tarde o temprano VOLVERÉ.
Danilo Barrón 1992.
miércoles, 3 de septiembre de 2008
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